Las internas del oficialismo se cobraron una nueva víctima. El primer fiscalizador, Nicolás Fraiman, presentó su renuncia al cargo, la misma se hizo pública hoy, pero había sido presentada el 15 de febrero. En el medio, acusaciones cruzadas entre el lammensismo y el ahora ex dirigente.
El microclima azulgrana confirmó hoy la noticia que se sabía hace ya varias semanas, Fraiman, hombre de confianza del presidente de la institución, Horacio Arreceygor, hizo publicó hoy su renuncia, la cual había sido presentada formalmente el 15 de febrero. Ante la falta de tratamiento de la dimisión en las reuniones de Comisión Directiva, y con la certeza de que no iba a ser tratada en la próxima, Fraiman publicó en sus redes sociales que dejaba el cargo.
“He presentado la renuncia a mi cargo en #sanlorenzo y la donación de $ 1.146.268,25 compuestos mayormente por gastos efectuados para el Basquet. Fin de una etapa y comienzo de otra, creo que es lo mejor para el Club, lo único importante, siempre”, afirmó el ex fiscalizador.
Como contó DataSL, Fraiman tomó preponderancia en todas las áreas del club cuando Arreceygor tomó la presidencia, luego del pedido de licencia de Tinelli. En una especie de Jefe de Gabinete de facto, Fraiman tuvo injerencia en áreas estratégicas de San Lorenzo hasta que Matías Lammens volvió a involucrarse, corriendo a Arreceygor de la centralidad política y a sus hombres de confianza de los lugares estratégicos.
Previo a esto, Fraiman se involucró directamente en la administración del básquet el cual quedó a la deriva luego de la salida de Tinelli. En ese marco, Fraiman asegura haber puesto más de un millón de pesos para que la disciplina pueda seguir funcionando, los cuales, según sus propias, declaraciones culminó donando a la institución.
No obstante, la respuesta del lammensimos no tardó en llegar: Voceros del Club denunciaron que se le “pidió la dimisión por el faltante de 1 millón de pesos correspondiente a la venta de un palco”. A la vez que agregaron que “hay denuncias en la Justicia y en el Tribunal de Ética del club”.
Fraiman aseguró ante este medio “Nadie me pidió que renuncie, ni me denuncio, ni faltó plata”. “Siempre hice lo mejor para el club”, justificó sobre su salida a la vez que invitó a otros directivos a “hacer lo mismo”. “Agoté todas las instancias de debate interno posibles de las cosas que no estaba de acuerdo”, ratificó.
A su vez, desde el lammensismo lanzaron munición gruesa contra Friman: La denuncia en cuestión se vincula a presunta venta de un palco en el Nuevo Gasometro. Según fuentes consultadas por DataSL, la acusación del lammensismo da cuenta de un palco en el cuarto piso de la platea Norte del Pedro Bidegain, el cual habría sido cobrado en efectivo por el dirigente saliente.
Se trata de un palco de más de un millón de pesos al año que es utilizado por autoridades del Club Bouchard. “Fraiman tenía buena relación con Sergio, el titular del Club Bouchard, el cual tiene un palco en el Bidegain; y le ofreció un descuento para renovar el palco si lo pagaba en efectivo, pero la plata nunca ingresó al club”, dispararon desde el lammensismo.
En el marco de las internas oficialista, el lammensismo afirma que el propio secretario del club, y alfil de Lammens, Miguel Mastrosimone, le reclamó a Fraiman el dinero faltante, el cual, según afirmaron fuentes del oficialismo, no había ingresado a las arcas del club hasta dicho reclamo.
Luego de esgrimir que el mismo compensaba en parte los aportes hechos al básquet, el dinero finalmente fue transferido al club, pero el propio Lammens le habría exigido a Arreceygor la renuncia de su hombre clave.
Ante la avanzada del lammensismo, la inminencia del tratamiento del postergado balance, el cual pasa por la fiscalizadora, y la falta de sostén político por parte de Arreceygoy, Friaman termino dejando su cargo en el club en el marco de un oficialismo en descomposición.