Juveniles y jugadores de avanzada edad, futbolistas que no rindieron y otros que sí lo hicieron, algunos de paso intrascendente y otros que supieron escuchar al estadio coreando su nombre, jugadores de contrato accesible y otros con cobros millonarios: Los 40 profesionales que se fueron libres de San Lorenzo, con fuerte preminencia de incoporaciones que no estuvieron a la altura.
La gestión del fútbol profesional de San Lorenzo es una de las causas que se vislumbran con mayor facilidad a la hora de analizar la crisis institucional que azota al club de manera cada vez más cruda. Para entender un poco más la raíz del descalabro, es necesario comprender cómo se utilizó el dinero de los 60 millones de dólares que recaudó el club en ventas de jugadores.
Para ello, Data SL tomó las últimas cinco temporadas y concluyó que San Lorenzo permitió la salida de 40 jugadores en libertad de acción. Muchos de ellos significaron gastos extraordinarios, ya sea en el monto de las operaciones para incorporarlos o en el gasto mensual que implicaron sus contratos. Entre ellos aparecen nombres como Óscar y Ángel Romero, Franco Di Santo, Fernando Belluschi, Néstor Ortigoza, Fabricio Coloccini, Diego Rodríguez, y muchos más.
La primera temporada tenida en cuenta para el análisis fue la de 2017/18, en la que San Lorenzo dio salida en condición de libre a jugadores importantes. El más destacado es el caso de Néstor Ortigoza, quien era capitán e ídolo del plantel, que no extendió su contrato por diferencias con Matías Lammens en las condiciones de renovación. Además, quedaron libres jugadores de renombre a los que se les habían firmado importantes contratos como el caso de Tino Costa, Gonzalo Bergessio y Mathias Corujo. La lista se completa con los juveniles Nicolás Bertocci y Fabricio Pedrozo.
En la temporada 2018/19, el club dejó en libertad de acción a 6 jugadores. Entre ellos se destaca Juan Ignacio Mercier, que luego de un paso exitoso continuó su carrera en Atlético Tucumán, Franco Mussis, quien luego de reiteradas lesiones abandonó el club, y Marcos Angeleri, defensor que supo ser uno de los contratos más altos del plantel. A ellos se le suman Juan Cavallaro, ex Unión de Santa Fe que llegó al club en el año 2013, y Gabriel Esparza, juvenil que no llegó a asentarse en primera.
En el periodo 2019/20 se comenzaron a ver las consecuencias del descalabro realizado a inicios del año 2019, en dónde San Lorenzo incorporó diez jugadores con la venia de Almirón y Bragarnik. Solo seis meses después de incorporarlos, San Lorenzo dejó libres a 5 de esos 10 jugadores: Damián Pérez, Daniel Hernández, Román Martínez, Gonzalo Castellani y Juan Camilo Salazar, quién consiguió la libertad de acción por la deuda que se mantenía con su ex club. A su vez, quedó fuera del club Fernando Belluschi, por quien se habían rechazado 3 millones y medio de dólares en enero del 2018, y Rubén Botta, cuyo pase fue pagado 1.7 millones de dólares. A ellos se le suman los juveniles Manuel Insaurralde, Rodrigo Contreras, Elías Pereyra y Alejandro Melo, junto con el consagrado Ariel Rojas que tuvo contrato por un año en el club.
En la temporada 2020/21, San Lorenzo dejó libres a 5 jugadores, entre los cuales aparece como el más destacado Ignacio Piatti, que había llegado al club a cambio de un millón y medio de dólares y el pase de Emanuel Maciel. A Piatti se le rescindió el contrato a los pocos meses de su llegada y hubo que pagar el monto entero del acuerdo, el cual incluía cifras muy suculentas. A su vez, San Lorenzo dejó libre a Gabriel Gudiño, futbolista que fue incorporado por dos millones de dólares. También quedaron libres jugadores con trayectoria como Ramón Arias y Nicolás Navarro, y un juvenil, Gianluca Ferrari.
La temporada correspondiente al período 2021/22 significó la salida de 12 jugadores del plantel profesional en condición de libres. Entre ellos se encuentra el caso más llamativo: los hermanos Romero. Ambos supieron ser los mejores del plantel y cobrando un salario altísimo, pero se fueron en libertad de acción, tras una negociación de difícil de justificar. Además, se suma el caso de Franco Di Santo, quien se fue libre debido a las deudas acumuladas. Pero estos tres jugadores nos son los únicos a los que se les pagó un buen contrato y se fueron libres. También están Fabricio Coloccini, Diego Rodríguez, Diego Braghieri, Lucas Melano, Santiago Vergini, Fernando Monetti y Víctor Salazar, quienes incluso algunos de ellos supieron estar en el bombo de los jugadores más caros del plantel. A ellos se les deben sumar los curiosos casos de Lucas Menossi y Alexis Castro, quienes quedaron en libertad de acción en negociación por distintas deudas.
A mediados de este año y en el último mercado de pases, se fueron libres tres defensores: Gabriel Rojas, surgido de las inferiores y dos que intimaron a San Lorenzo por deberles meses de contrato: Alejandro Donatti -que llegó bajo el ala de Marcelo Tinelli y los últimos meses ni siquiera entrenó con el plantel- y Gino Peruzzi. Otro caso es el de Yeison Gordillo, que tras arreglar un plan de pagos por cobros atrasados que tenía el club con él, quedó en libertad de acción y firmó contrato con Junior de Barranquilla. En esta lista podemos incluir a Ricardo Centurión, aunque en esta oportunidad fue por problemas de disciplina del volante ofensivo. Para culminar, quién finaliza su contrato el 31 de diciembre pero que ya avisó que no vuelve de sus vacaciones y se queda en su país natal, es el defensor colombiano Cristian Zapata.
Los números arrojan una falla en la organización y el armado de los planteles. Cada uno de los jugadores que se van en libertad de acción representan una marca más en la balanza negativa que posee la economía de San Lorenzo. Moraleja: las malas decisiones se pagan caro.