Luego de mantener en forma incesante el aliento durante los noventa minutos, los hinchas de San Lorenzo reprobaron con una fuerte silbatina al equipo apenas concluyó el empate ante Atlético Tucumán.
Luego, desde los costados de la tribuna local nació el cantito «que se vayan todos que no quede ni uno solo». El mismo se escuchó con fuerza también en la popular visitante y la platea sur, y en menor medida en la norte.
En paralelo a la rápida desconcentración de la cabecera local, producto de la lluvia, un grupo de hinchas se subieron al alambrado que separa dicha tribuna de la platea norte. Además del ya tradicional «que se vayan todos» se escucharon fuertes insultos al presidente licenciado, Marcelo Tinelli, y al vicepresidente, y hoy hombre fuerte, Matías Lammens.
Por otro lado se repartieron volantes convocando a la marcha del próximo jueves a las 13 en el ministerio de Turismo y Deportes de la Nación (Suipacha 1111), que conduce Lammens.
